Si consideramos que el amor es un sentimiento que nos provoca la aceptación absoluta de lo que es, tal y como es ¿Porqué entonces sentimos y pensamos que nuestra pareja no es perfecta y observamos en ella o él actitudes, maneras de hacer y de ser que nos desagradan?
Quedarnos en la queja o en el malestar que eso nos provoca, nos impide avanzar y crecer en nuestra relación. En muchas ocasiones ocurre que lo que estamos observando del otro no son más que nuestras propias carencias, expectativas no cumplidas o frustraciones no manifestadas.
Este es el efecto espejo, reconocer en el otro aquello mío no resuelto, reconocer que muchos de esos "fallos" del otro no son mas que expectativas propias no cumplidas, leer en nosotros eso que nos molesta de nuestras parejas.
En muchas ocasiones "lo que no te gusta de tu pareja es aquello que no aceptas o reconoces en ti".
Esta es nuestra experiencia personal y con la que convivimos día a día. Eso que me molesta de él, de ella ¿que me está mostrando de mi mismo?, ¿en que situaciones me puedo reconocer yo haciendo o actuando lo mismo?
De esta manera asumimos la responsabilidad de lo que ocurre entre nosotros, y la pareja se transforma en una gran oportunidad de crecimiento, porque el otro me refleja aquello que a veces no somos capaces de observar de nosotros mismos.
No es tan complicado de explicar, otra cosa muy distinta es entender, comprender e integrar este simple entendimiento: "Todo lo que no nos gusta de nuestra pareja es lo que no aceptamos de nosotros mismos"
No postulamos que esto sea una verdad absoluta para nadie, simplemente es nuestra propia experiencia en la cual nos encontramos y con lo que convivimos en el día a día. Si reconozco que mi pareja es el mejor espejo de todo lo que no acabo de asimilar de mi mismo, entonces ya no puedo decir ni excusarme en culpas externas.
Detenerse a observar, sin juicios lo que
Detenerse a observar, sin juicios lo que
Es de gran alivio experimentar y sentir que no tengo excusas para amar a mi pareja sin inconvenientes, exigencias o expectativas. También es un trabajo constante y cotidiano que a veces por mis propios límites no me permito disfrutar. Sin embargo el simple hecho de tener consciencia sobre ello me libera cada vez mas de mis propios inconvenientes. Entonces, cada vez, me resulta más fácil confrontarme y decidir si quiero o no estar en el sufrimiento de la demanda, la expectativa o la frustración.
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Douglas Varela
Esther Quijadas
Esther Quijadas
Terapeutas Integrativos
SALUD EMOCIONAL Y CRECIMIENTO
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