Sentadas a la puerta mujeres, vecinas, amigas, compañeras, hermanas, abuelas comparten sus cosas y mucho de su a día a día.. "aquí nos reunimos las vecinas cada noche y hablamos de que vamos a hacer mañana pa´comer y de nuestras cosas y cuando una no está la echamos en falta... nosotras nos llevamos muy bien" comentario de una vecina de Morcillo (pueblo de Extremadura) que hace unos días nos compartió, dando una pequeña explicación a su encuentro diario con las vecinas sentadas a la puerta de una casa. Siguiendo la costumbre de tantos lugares donde las mujeres desde hace quien sabe cuanto tiempo se reúnen a compartir, conversar, criticar, alcahuetear, hablan del tiempo, de los hijos,los nietos, del trabajo, la crisis, de sus quehaceres diarios... quizás no siempre hablen de sus intimidades, ni sean del todo sinceras en sus sentimientos, pero ellas se conocen y están ahí se dan ánimos y se acompañan. Y entre palabras, comentarios, chismes, comparten el momento, como ellas dicen "echamos el rato juntas".
Cierto es que está sucediendo un despertar de lo femenino, que las mujeres hemos empezado a retomar parte de nuestra sabiduría olvidada y enterrada desde hace siglos por sociedades patriarcales, religiones... Estamos retomando prácticas energéticas, conectándonos con sabidurías ancestrales y chamánicas, participando en grupos y círculos de mujeres, grupos de crecimiento, sanando nuestra sexualidad, conectando con nuestro ciclo menstrual, arquetipos, diosas... avivando y expandiendo nuestra esencia femenina.
Y ante este despertar femenino quiero brindar un homenaje a las mujeres que se sientan en las puertas, muchas de ellas no saben de círculos femeninos, diosas, ni arquetipos, de consciencia ni terminología new age de crecimiento.
Cierto es que está sucediendo un despertar de lo femenino, que las mujeres hemos empezado a retomar parte de nuestra sabiduría olvidada y enterrada desde hace siglos por sociedades patriarcales, religiones... Estamos retomando prácticas energéticas, conectándonos con sabidurías ancestrales y chamánicas, participando en grupos y círculos de mujeres, grupos de crecimiento, sanando nuestra sexualidad, conectando con nuestro ciclo menstrual, arquetipos, diosas... avivando y expandiendo nuestra esencia femenina.
Y ante este despertar femenino quiero brindar un homenaje a las mujeres que se sientan en las puertas, muchas de ellas no saben de círculos femeninos, diosas, ni arquetipos, de consciencia ni terminología new age de crecimiento.
Pero siguiendo la tradición y su instinto se juntan a compartir, se nutren de su fuerza, de sus experiencias, se aconsejan, acompañan, se ríen y dan a la lengua, se sienten bien y a su manera viven el momento.
Por las comadres, vecinas, amigas, hermanas, madres, abuelas, primas... Y en especial a la mujeres extremeñas, a las mujeres de mi familia y mis ancestras que me han mostrado de manera sencilla que la nutrición y sanación entre mujeres sucede de manera natural y cotidiana.
¡En lo simple reside lo extraordinario! ¡Gracias a todas!
Por las comadres, vecinas, amigas, hermanas, madres, abuelas, primas... Y en especial a la mujeres extremeñas, a las mujeres de mi familia y mis ancestras que me han mostrado de manera sencilla que la nutrición y sanación entre mujeres sucede de manera natural y cotidiana.
¡En lo simple reside lo extraordinario! ¡Gracias a todas!
Esther Quijada
Terapeuta y facilitadora emocional
Terapeuta y facilitadora emocional
Sanación femenina
Foto: fuente Google
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