EL MUNDO FELIZ Y LA FALSA MODESTIA

Las personas que viven en el rol del "niño bueno", siempre quieren tenerlo todo controlado y en su sitio, no quieren confrontaciones, alteraciones en su rutina, quieren que a su alrededor las personas estén bien, contentas y que se relaje el ambiente.

Al hacer una actividad pretenden que todo sea perfecto, se llenan de grandilocuencia y expresan con exageración lo bien que está todo. Se ríen, tienen muchos amigos, son condescendientes, educados y políticamente correctos.

El niño bueno se construye un mundo feliz, a su medida. En este mundo todo debe estar en armonía con sus expectativas, con sus necesidades, todo bajo sus parámetros. Cuando el niño bueno consigue algún resultado lo expresa con una actitud de "modestia". Bueno.... No ha costado mucho ... Bueno! mucha gente lo hace.... Si!... me salió así...

El mundo feliz y la falsa modestia del niño bueno, son estrategias que esconden lo que hay detrás. La rabia, el miedo, el abandono. Una persona que vive en el rol del niño bueno sufre en silencio y asume este rol para no enfrentarse a algún hecho de infancia en el que ocurrieron cosas por las que aquel niño o niña decidió adoptar un rol del que no ha sabido salir en la edad adulta.

El niño bueno espera el reconocimiento, la atención y el cariño de alguien que en su infancia no le pudo dar, puede ser la madre o el padre. Cuando este no consigue lo que busca, vierte al exterior todo su poder de manipulación y exige reconocimiento.

Desde su auto imagen, cree que tiene derecho a la atención, al reconocimiento, al cariño, a que se cumplan sus expectativas y exige que así sea, incluso puede llegar a expresarse con actitudes violentas hacia los demás.

Desmontar al niño bueno es posible, se ha de querer salir de este rol. Tomar conciencia y reconocerse a uno mismo puede llevarnos a emprender una búsqueda más profunda, de auto exploración y crecimiento. Al entender las causas sin juzgarlas se puede llegar a la sanación.

Mas sobre el niño bueno: Aquí

Douglas Varela
Terapeuta

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